lunes, 11 de enero de 2016

La carretera de los extraterrestres

La carretera de los extraterrestres -

Si hay un lugar en el mundo donde el fenómeno ovni es moneda corriente, y lo misterioso, lo paranormal y todo cuanto ello rodea se plasman a cada paso, es la poco conocida Área 51 en el desierto de Nevada, Estados Unidos.

Allí, según el gobierno estadounidense, existe desde la década del 50 una base en la que se han desarrollado varios proyectos militares ultrasecretos, pero a la vez, de acuerdo a muchos investigadores del fenómeno extraterrestre, es el sitio donde la mayor potencia militar mundial ha tenido ocultos a seres de otros mundos y sus naves, aparentemente caídas en diferentes zonas de aquel país.

Sin embargo, si bien ese tema es de por sí interesante –ya lo hemos analizado en nuestro suplemento– y es la zona en la que más apariciones extrañas se han producido, esta nota busca reflejar todo el negocio que se armó en esa ruta estatal 375 con todo aquello que tiene que ver con los mal llamados platillos voladores.

Un negocio pingüe que, en el país del capitalismo, muchos explotan ligeramente sin dejar de dar crédito a lo que sucede allí, pero tomándose el asunto con un humor que hasta supera los límites.

Dudas que surgen

Según un informe de Jaime González de BBC Mundo de Los Ángeles, en ningún otro lugar del territorio estadounidense se producen anualmente más avistamientos de extrañas naves que en esta carretera situada en el desierto. Para quienes creen en la existencia de los ovnis y en que somos visitados por extraterrestres, pocos lugares en el mundo tienen tanto atractivo como esa remota y árida zona, ideal, por otra parte, para que proliferen los avistamientos de objetos voladores no identificados.

En cambio, según la opinión de muchos otros, las supuestas naves espaciales no son más que aviones de extraños diseños y experimentales, que despegan y aterrizan a veces sigilosos en la enorme base militar situada en esa desolada región.

Un sitio que también puede resultar ideal para este tipo de actividades militares, en las que lo secreto y poco divulgado puede llegar a ser necesario. Poco convincente Si bien hay varios hechos debidamente confirmados con filmaciones, fotos y pruebas ineludibles, en las que luces, figuras ovaladas y con forma de cigarro aparecen surcando esos cielos, como la historia fue agrandándose y los relatos de quienes aseguran haber mantenido encuentros con alienígenas llevan años cautivando la imaginación en todo el mundo, la enigmática y desolada carretera estatal 375 comenzó a concitar la atención de quienes aman la aventura y lo desconocido.

Por eso mismo, y con el fin de atraer más visitantes, en 1996 las autoridades del estado decidieron bautizarla como la Carretera de los Extraterrestres, cuyo recorrido une de norte a sur el apenas habitado condado de Lincoln.

Según los responsables de turismo de Nevada –el mismo donde a solo 160 kilómetros de allí se encuentra la capital mundial del juego, la también mítica Las Vegas–, en ningún otro sitio de Estados Unidos se producen anualmente más avistamientos de ovnis que en las cercanías de la misteriosa base militar conocida como Área 51.

La casa de los ovnis

A la Carretera de los Extraterrestres se llega por la ruta 93, que atraviesa un paisaje que para muchos es decididamente de aspecto marciano. Es un trayecto en el que, con suerte, rara vez se cruzan dos automóviles y donde hay que asegurarse de llevar el tanque lleno, ya que las estaciones de servicio escasean y los teléfonos celulares suelen perder fácilmente la señal.



Al arribar a Crystal Springs, la ruta se bifurca y, a la izquierda, un cartel verde que tiene dibujadas dos supuestas naves voladoras indica el comienzo de ruta estatal 375. A partir de allí, se circula por una vía de dos carriles que parece llevar al infinito, salpicada de letreros que advierten la presencia de ganado y de aeronaves que vuelan a poca altitud, un recordatorio de que allí cerca está la Base Nellis de la Fuerza Aérea.

El objetivo de quienes transitan esa carretera es llegar a Rachel, una pequeña población de solo cincuenta habitantes, considerada por muchos como la capital mundial de los ovnis.

Además de por los numerosos avistamientos que se han producido en las cercanías del pueblo, debe este calificativo al famoso Little A’Le’Inn (pronunciado en inglés como alien), un bar, restaurante y motel que lleva décadas recibiendo a turistas llegados de todas partes. Allí, junto a una pequeña nave voladora que cuelga de una grúa, un cartel con un alienígena de grandes ojos da la bienvenida a los terrícolas.

Tanto en sus alrededores como dentro del local, además del servicio gastronómico, hay una tienda repleta de chucherías y souvenires para los amantes de la ufología. Ese afamado Little A’Le’Inn lleva décadas recibiendo a turistas que viajan desde todas partes del mundo atraídos por el tema.

Además, un pequeño monumento fuera del restaurante recuerda que allí la 20th Century Fox promocionó en 1996 el estreno del filme “Día de la Independencia”, donde una supuesta civilización llegada del espacio intentaba infructuosamente conquistar la Tierra.

Con hospedaje y todo Detrás del local, varias casas rodantes de grandes dimensiones sirven como alojamiento a quienes deciden pasar la noche en Rachel, que empezó a ganar fama en 1989 luego de que un residente de Las Vegas, Bob Lazar, aseguró en un reportaje que había trabajado con naves espaciales alienígenas en la base militar de Nellis.

Pegado al cartel de bienvenida del Little A’Le’Inn hay una estación de medición de radiación y un recordatorio de que, a unos pocos kilómetros, en los años 50 el gobierno estadounidense efectuó cerca de un millar de pruebas nucleares.

Misteriosa entrada

A unos veinte kilómetros al oeste de Rachel, se encuentra una de las puertas de entrada al Área 51, a la que se acercan muchos turistas para sacar fotos. “Advertencia: instalación militar. Prohibida la entrada a personal no autorizado.
 


Pena de hasta un año de cárcel y multa de 5000 dólares”, se lee en uno de los letreros de la entrada de la instalación militar, oculta tras las montañas y situada junto al lecho del antiguo lago Groom. Hay varios carteles más que advierten sobre la prohibición de ingresar y de sacar fotos en un sector junto a una barrera flanqueada por varios postes sobre los que hay colocadas cámaras de seguridad, sin que se perciba la presencia de ningún militar.

El peligro de no respetar estas advertencias lo conocen bien los integrantes de un equipo de la BBC que en 2012 se adentraron unos metros en la base y acabaron tumbados en el suelo boca abajo, con varios soldados apuntándoles con sus armas, relata Jaime González.

En cambio, a una veintena de kilómetros al sur de Rachel, se encuentran los restos de lo que en su momento fue un buzón de correo de color negro, que durante años sirvió de punto de encuentro para los amantes de los ovnis porque creían que pertenecía al Área 51. Sus verdaderos propietarios acabaron retirándolo después de que fuera atacado varias veces.

Otra parada obligada es el llamado Centro de Investigación de Alienígenas, ya cerca de Crystal Springs. Pese al enigmático nombre, se trata de otra tienda de souvenires, situada en un hangar metálico frente al cual hay una estatua gigante de un extraterrestre. Ginny Harris es la encargada de este negocio que su padre fundó hace más de una década y que, según explica, recibe la visita de turistas de todo el mundo.



“Hemos tenido en la tienda verdaderos fanáticos de los extraterrestres, gente que está convencida de que existen. Incluso algunos han venido con la cabeza envuelta en papel de aluminio para evitar que les controlen la mente”, le explicó a BBC Mundo.

De todas formas, Harris asegura que los vecinos de la zona han visto cosas extrañas que no tienen que ver con los aviones militares que surcan los cielos del desierto de Nevada y que a menudo dejan oír explosiones sónicas. “Muchos encuentros no tienen explicación. Nadie nos ha demostrado que no se trate de extraterrestres”, dice convencida.















Fuente:http://www.cronica.com.ar/article/details/52086/la-carretera-de-los-extraterrestres

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