Una niña de pocos meses habla latín y profetiza acontecimientos históricos

En Villafranca de los Barros municipio de Badajoz (España); se encontró por casualidad un manuscrito del siglo XVII el cual era un acta judicial en el que se daba fe de un extraño acontecimiento. 
Las 20 páginas de que consta hablan del fenómeno ocurrido en el cual un bebé de apenas unos pocos meses habló latín y profetizó acontecimientos históricos. 
Digamos que sería el primer expediente X en España. 

 
Antigua fotografia de Villafranca de los Barros

Como se encontró el manuscrito

Pilar Casado es una archivera de la Junta de Extremadura.Actualmente desempeña un trabajo en el Archivo histórico de Badajoz,pero por entonces se encontraba haciendo las tareas de catalogación de los papeles perdidos de un ayuntamiento con solera como el de Villafranca. 
En un rincón se encontraban apilados cientos de documentos y carpetas con siglos de historia del pueblo.Su estado de conservación era bueno,pero el ayuntamiento había mandado catalogar su archivo y asomarse así a su propia historia perdida. 
Casi todos los documentos que se encuentran en los archivos tratan de pleitos entre vecinos, pero fue precisamente en estos documentos en donde los investigadores tras meses de duro trabajo reconstruyeron la historia de algunos de los acontecimientos ocurridos en otros tiempos.Todo son evidencias de ciertas rencillas, robos, pleitos por las lindes incluso crímenes. 

Pilar Casado encontró en una carpeta de entre miles unas ligeras anotaciones a lápiz que habían llamado poderosamente su atención. 
Su trabajo no consistía exactamente en analizar el contenido, si no solo en darle una categoría e integrarlo en el archivo para poder localizarlo por materia en el futuro ayudando de esta forma a los investigadores. 
Pero en la etiqueta de la portada esta escrita la frase "fenómenos paranormales". 
La anotación había sido hecha a finales del siglo XIX por otro encargado del archivo. 

Contenido del Archivo y Primera Investigación 

Los hechos se remontan a Septiembre del año 1671,en donde da comienzo por una comunicación oficial directamente desde el Consejo de Castilla se había extendido a las autoridades de Villafranca; este dato es importante porque aquella era la máxima autoridad por encima de la poderosísima Inquisición que funcionaba entonces con gran autonomía. Y pese a la cercanía del Tribunal del la Inquisición de Llerana, a apenas unos pocos kilómetros de Villafranca, la comunicación vendría desde Madrid. 

 
Escudo de la Inquisición 

Eso es lo que se desprende del análisis de las dos primeras páginas. 
El asunto del bebé había traspasado fronteras aunque se desconoce como llegó la información hasta el Consejo de Castilla, pero se muestran muy interesados en saber que es lo que había sucedido y que es lo que había dicho la niña aquella noche, con una voz grave y retumbante: "Domus austriaca comteret caput tuum", que traducido vendría a decir algo así "La casa de Austria te aplasta la cabeza" o "la casa de Austria enloquece". 
Estas fueron las palabras que la niña de pocos meses pronunció desde su capazo sujetado por la madre y en presencia del médico. 
Unas extrañas palabras que con el carácter supersticioso de la época terminaron alarmando al consejo, como una posible manifestación del maligno que nombraba a la casa real reinante, la dinastía de los Austrias. 
Como presagiando los males que se avecinaban sobre la monarquía hispánica, Antonia Batista que así se llamaba la niña, expresó algo que en palacio se empezaba a sospechar, ya que la casa de Austria enloquecía. 

Carlos II contaba con 10 años y el seria el último de los Austrias.Los historiadores siempre han especulado con la posibilidad de que estuviera loco. En torno a su figura se fraguaron todo tipo de leyendas. Tres años después, en 1674 sería coronado rey del Imperio; para entonces el pueblo lo conocía como "El Hechizado".Con su muerte en 1700 la extirpe de los Austrias se extinguió para siempre dando paso a los Borbones, cuyo linaje ha llegado hasta nuestros días. 

 Marina Torres Arce doctora en historia de la universidad de Cantábria y experta en Inquisición. Ella traduciría del paleográfico una a una todas las páginas del manuscrito de Villafranca. Los testigos por primera vez veían la luz y se escuchaban sus voces como un eco en el lejano tiempo. Explicaban uno por uno donde se encontraban aquella noche y cuales habían sido los hechos. De esta forma se puede recomponer una escena y averiguar lo que aconteció aquella noche desde diferentes ángulos. 

El párroco de Villafranca nos abrió las puertas del archivo diocesano. Allí se encontraban volúmenes antiquísimos que conservan partidas de nacimiento y de defunción de hace siglos. 
Los volúmenes estaban roídos por las termitas del papel o se desmenuzaban, pero por suerte en un volumen en mucho mejor estado de conservación se encontró la partida de bautismo de la niña, que además de ser la prueba de que esas personas habían existido realmente, se comprobó que la edad de la niña se correspondía con la que constaba en el manuscrito de Villafranca. 

Continuando la indagación en el archivo municipal se encuentran con que el libro de Actas Capitular del Consistorio tenia una laguna precisamente en el año del suceso. En todo 1671 apenas hay anotaciones, incluso parece que han sido arrancadas algunas páginas deliberadamente. Allí tenia que haber quedado el registro de su investigación y su posible desenlace. En los libros de defunción de la casa parroquial tampoco se encuentra rastro de la madre 100 años en adelante. ¿Es posible que el caso no diera a más?. Al no haber nada más cosido al manuscrito solo se puede especular. Pueden que fueran todos absueltos y que el tema no llegara a mayores, pero cuesta creerlo sabiendo de la inquietante y cercana presencia del Tribunal inquisitorial de Llerena. 

Tribunal de la Inquisición 

Pero el documento revela algo más, al menos 10 años antes según los testigos firmantes del manuscrito las campanas del santuario de la Virgen de la Coronada sonaron solas en 1665. La noche que comenzaron a tañer coincidió con el fallecimiento de Felipe IV , el padre de Carlos II el Hechizado. Un funesto presagio que también debió inquietar al al Consejo de Castilla y a Mariana de Austria.En otro documento colocado en el altar del templo de Villafranca se atestigua por otra fuente que aquello ocurrió. 

Con esta otra información parece muy probable que desde el Consejo de Castilla unieran ambos hechos. Algo pasaba en Villafranca que tení especial relación con la maltrecha dinastía de los Austrias que tocaba a su fin. Las campanas que hoy doblan en el campanario de la pequeña ciudad de Villafranca no son las mismas de entonces, pero el campanario si. 

Analizando estos y otros documentos descubrimos que la mentalidad de la época era muy dada a las supersticiones, todo hay que decirlo. La madre de Antonia Batista reconoció que, durante el tiempo de gestación la niña llegó a llorar en su seno. Esta era una de las pruebas supersticiosas de las que disponía la gente, y lo cierto es que estaban muy extendidas por toda la Península. Se pensaba que al suceder esto el futuro bebé tendría la capacidad de ver la realidad más allá de lo normal, de poseer una percepción diferente y más desarrollada; en la época esto se interpretaba como una marca del diablo, y puede que la pequeña Antonia fuera vista como una futura bruja por este particular. llorar en el vientre de la madre o nacer con una cruz en el paladar o ser ungido durante el bautismo con los óleos equivocados, con el de los muertos y un largo etc. 

 
Obra de Italo Villa

Pero la pregunta es: ¿Como es posible que una niña de tan solo tres meses y medio hablara? La descripción de aquella escena a la luz de las velas sobrecoge. Por ende la niña habló en latín, si ya es una improbabilidad y casi una imposibilidad que un bebé de tres meses hable, es aún más imposible que lo haga en otro idioma que no era el propio, que ni siquiera habría escuchado jamás en su casa, y que las frases fueran coherentes. 
Pero los estudiosos de la parapsicología afirman que este fenómeno de hablar en otras lenguas se ha producido varias veces en la historia. Sobre todo en los casos de posesión diabólica, se conoce como el fenómeno de la senoglosía o la facultad temporal de hablar en lenguas muertas o desconocidas. 

Hoy en Villafranca lejos de avergonzarse o no prestar atención a este acontecimiento, se sienten orgullosos de ser protagonistas de un acontecimiento que pertenece a su historia. En breve será restaurado el antiguo edificio del archivo y es posible que el consistorio decida el traslado de los papeles a este nuevo archivo museo, en el que puede que se muestre en una urna de cristal el manuscrito de Villafranca. 

Fuente: Colección Cuarto Milenio. El País. Tomo 1- Los niños y el misterio.