La señal tuvo una duración de 37 segundos, y venía del espacio exterior. El 15 de agosto de 1977 el astrónomo Jerry Ehman, de la Universidad de Ohio State (EEUU), recibió una señal del radiotelescopio de Delaware. Al ver la transcripcción de la señal, Ehman escribió al lado la palabra 'wow1'. 35 años después, nadie ha conseguido dar una explicación sobre el origen de dicha señal.
La radiación procedía de la dirección de Sagitario, y de un ámbito de frecuencias de unos 1420 megahertzios. Estas frecuencias forman parte del espectro de radio en el que todo tipo de transmisión está prohibida, por un acuerdo internacional. Lo que descarta la posibilidad de una procedencia "terrestre". La estrella más cercana en esa dirección está a unos 220 años luz, así que si la señal venía de allí, la tuvo que causar un acontecimiento astronómico de enorme potencia, que no ha sido posible detectar hasta ahora. ¿O quizá fue realmente una civilización alienígena con un transmisor de gran potencia?
Fuente:Taringa
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