jueves, 11 de diciembre de 2014

Las avispas bebés desinfectan las cucarachas antes de comérselas

¿A qué le tienen miedo las cucarachas? Deberían temer a las avispas esmeraldas, ¿por qué lo decimos? Por varias razones.
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Estas coloridas, pequeñas avispas parásitas pican a las cucarachas dos veces, una en la parte central para evitar que se escape, y una segunda vez directamente en el cerebro, para que quede lenta como zombi. Las avispas a continuación, arrastan las cucarachas por su antena, similar a un ser humano que tira de su perro con una correa, en un rincón protegido, y pone un huevo en la cucaracha. El huevo se incuba y las larvas devoran la cucaracha desde el interior hacia afuera, pero antes de eso ocurre algo insólito.

Seis semanas después de que son incubadas, una avispa joven sale después de abrir un capullo dentro de la cáscara de la cucaracha. Pero hay una trampa: ¿Que se hace para evitar que la “carne” de la cucaracha se eche a perder? Las cucarachas son animales sucios, cubiertos notoriamente de bacterias que comienzan a echar a perder su carne y -amenazan con dañar a larvas de avispa- durante este largo período de incubación.
Un estudio publicado el 7 de enero, en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences encontró que estas larvas de avispas segregan una cantidad sorprendente de potentes compuestos antimicrobianos para evitar que la cucaracha se eche a perder.
Por así decirlo las larvas de avispas empapan a su anfitrión con la secreción para inhibir el crecimiento de los microbios que degradan los alimentos y que amenazan la misma vida de las avispas.
Es fantástico lo que se descubrió, ya que la cucaracha es la fuente única de alimento de esta especie de avispa joven, si no moriría. Estas avispas viven en las regiones tropicales de África, Asia y el Pacífico.
Este no es el único ejemplo de que los insectos producen compuestos antimocrobianos. Por ejemplo, ciertos tipos de escarabajos también desinfectan la carroña que utilizan como alimento larval. Pero en este caso, el animal adulto segrega los productos químicos antimicrobianos; la avispa esmeralda es un raro ejemplo de un insecto larval que crea antibióticos, dijo Herzer investigador de la Universidad alemana de Ratisbona, a LiveScience.

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