Foto: Stock.xchng/Creative Commons
Por Pablo Huerta.
Hay una frase que dice: “No son todos los que están, ni están todos los que son”. Se refiere a que ni todos los que están en un hospital psiquiátrico son ‘locos’, ni todos los locos que existen están encerrados. Psicópatas hay en todas partes: manejando un transporte público, administrando una empresa o gobernando un país. Allí, donde menos se los espera puede haber alguien que padece unapsicopatía: un trastorno antisocial de la personalidad. Claro que esto no implica necesariamente que esas personas sean ‘malas’, simplemente que no sienten empatía por el prójimo ni remordimiento por sus actos, con todo lo que esto significa. Viven bajo sus propias reglas, y solo sienten culpa cuando rompen con su código.
Para los psicópatas las personas son cosas, objetos que sirven para satisfacer sus propios intereses. Si su ‘programación’ no implica lastimar al otro, no lo harán. Y podrán vivir en comunidad porque comprenden los códigos sociales. Se adaptan. Lo terrible sucede cuando no pueden evitar hacer daño. Pero la mayoría no comente delitos, aunque no tienen reparos en mentir, manipular o lastimar para conseguir lo que tienen en mente.
Cuando sí delinquen, desde un punto de vista penal, como conscientes de sus actos, son imputables. Pero a diferencia de un reo normal, no existe posibilidad de corregir su conducta por lo que la rehabilitación se basa en fomentar una forma de vida que les reporte beneficios y evite penas.

20 CLAVES PARA DETECTAR A UN PSICÓPATA

Faceta interpersonal:
1. Tienen gran oratoria y encanto. Son simpáticos y conquistadores en primera instancia.
2. Poseen una autoestima exagerada. Se creen mejores que el resto.
3. Mienten patológicamente. Engañan sobre todo para conseguir beneficios o justificar sus conductas.
4. Se comportan manipuladoramente. Y, si son lo suficientemente inteligentes, los demás no notarán estas conductas psicopáticas.
Faceta afectiva:
5. No sienten remordimiento o culpa. Jamás se sienten en deuda.
6. Afectivamente son frívolos y superficiales. No conciben emociones, aunque pueden simularlas llegado el caso.
7. Les falta empatía. Son indiferentes. Y hasta pueden manifestar crueldad.
8. Tienen una incapacidad patológica para asumir su responsabilidad en los hechos. No aceptan sus errores. Por ello raramente solicitan una asistencia psicológica, ya que para ellos el problema siempre lo tienen los otros.
Faceta estilo de vida:
9. Necesitan constantemente estímulos. Caen con facilidad en el aburrimiento.
10. Les gusta un estilo de vida parasitario.
11. Actúan descontroladamente.
12. Carecen de metas realistas a largo plazo. Viven como nómadas, sin dirección.
13. Se comportan impulsivamente. Con recurrentes actos no premeditados. Sumada una falta de reflexión sobre las consecuencias de sus acciones.
14. Son irresponsables.
Faceta antisocial:
15. Tienden a delinquir durante la juventud.
16. Muestran problemas de conducta desde la niñez.
17. Padecieron la revocación de su libertad condicional.
18. Cuentan con versatilidad para la acción criminal. Tienen predilección por las estafas y los delitos que requieran de la manipulación del otro.
Otras no incluidas en ningún factor ni faceta:
19. Tienden a una vida sexual promiscua. Con varias relaciones breves y mantenidas simultáneamente. Les gusta compartir abiertamente sus proezas sexuales y conquistas.
20. Acumulan muchos matrimonios de corta duración. No se comprometen a largo plazo, por la informalidad con la que se plantean el vínculo.
Estos ítems constituyen el popular método PCL (Psychopathy Checklist) desarrollado por Robert Hare, doctor en Psicología y profesor de la Universidad de Columbia Británica en Canadá. Se puntúa cada atributo de cero a dos, y para el correcto diagnóstico se suma una entrevista semiestructurada y el análisis del historial del paciente. Según Hare, el uno por ciento de la población es psicópata.
Incluso a temprana a edad puede darse el caso. Según el psiquiatra forense John MacDonald hay una triada que podría evidenciar una futura personalidad psicopática: el maltrato animal, la piromanía y la enuresis -la persistencia de hacerse pis sin control pasado el tope de los cuatro o cinco años de edad-.
En la sociedad ya quedó instaurada, gracias a Hollywood, la idea de que todos los psicópatas son comoHannibal Lecter o Dexter –encantadores, por cierto-. Pero está claro que no hace falta descuartizar a alguien para estar orate. Así que mejor estar atento a quienes te rodean. No sea el caso de estar sufriendo de una alocada manipulación y no haberte dado cuenta aún.