El curioso caso se presentó a medianoche del domingo 26 en la calle Martín de Irigoyen a 100 metros de Santa Fe, y para agregarle un poco de mística, a escasas dos cuadras del cementerio de Alvear, donde la iluminación es muy escasa.
Tres amigos de 20 años que caminaban por la zona escucharon ruidos extraños y casi se mueren del susto cuando "una figura oscura de unos 30 centímetros se les acercó a toda velocidad. ¡Y caminaba en dos patas!".
Para defenderse, tomaron algunas varillas y hasta un caño que encontraron tirados en el piso ycomenzaron a golpearla hasta que oyeron un chillido agudo y la pequeña cosa, que sólo pudieron identificar como "algo peludo y de color oscuro", escapó raudamente.
Cuál no sería su sorpresa al encontrar una mancha de sangre y una pequeña mano de cinco dedos, uñas puntiagudas y con las articulaciones muy similares a las de una persona, en el suelo.
Cautos, se limitaron a llevarla a la casa de uno de ellos y la guardaron en un frasco con alcohol, aunque el comentario corrió en el barrio como un reguero de pólvora y de inmediato se aseguró que se trató de la aparición de un duende o gnomo, esos pequeños seres mitológicos que habitan en los cuentos de muchas culturas.
"Yo lo busqué en internet y en México han aparecido otros casos iguales", afirmó un vecino, convencido de estar en presencia de los restos de un ser fantástico.
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