La mayoría de nosotros hemos tenido, alguna vez, la sensación de que hay una presencia en nuestra casa. Algo que no vemos y que nos acecha. Pues resulta que incluso las percepciones más subjetivas pueden tener una causa externa que no percibimos conscientemente. Pongamos otra vez el caso de los infrasonidos: ruidos que están ahí, perturbando el aire, pero que nuestros oídos son incapaces de percibir.
En 1998, Vic Tandy, de la Universidad de Coventry, demostró que los infrasonidos pueden producir la impresión concreta de percibir presencias y explicó que los infrasonidos pueden provocar una pseudopercepción de movimientos a nuestro alrededor. De la misma forma, pueden provocar visiones, frío, ansiedad, tristeza, escalofríos y temblores.
Esta falsa percepción, igual que las visiones fantasmagóricas, puede estar provocada por un avión, ventilador o cualquier otro artilugio que produzca infrasonidos. También fenómenos naturales como el viento, los rayos o las olas emiten infrasonidos. Por lo tanto, teniendo en cuenta que estamos rodeados de tantas fuentes de infrasonidos, no es descabellado pensar que el malestar subjetivo que muchas veces se atribuye a los fantasmas pueda estar asociado a ellas.
Ya sean presencias, visiones o Ouijas, las personas somos muy proclives a creer en fenómenos paranormales. Lo más curioso de todo es que ya en el siglo XIX se explicó el fenómeno de la ouija y aún así todavía se siguen realizando sesiones de este tipo. Puede que queramos añadir un toque de fantasía a nuestras vidas, o puede que el miedo o nuestro entorno nos sugestionen más de lo que creemos.
Fuente:https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1538079009060281466#editor/target=post;postID=2431912132014447836
No hay comentarios:
Publicar un comentario