sábado, 14 de noviembre de 2015

Hallazgos en el Mar Mediterraneo


Se cree que se ha explorado sólo de 3 al 5 por ciento de los fondos submarinos, donde se han encontrado ruinas de antiguas civilizaciones perdidas, que avivan nuestra imaginación sobre los descubrimientos que están aún por venir.
El último hallazgo, una estructura formada por bloques regulares de piedra que se asemeja a un camino artificial, ha sido descubierto por un grupo de buceadores croatas, a unos 20 metros de profundidad en el mar Adriático.
En Croacia se han obtenido muchos y muy buenos resultados en el campo de la exploración y la protección de los yacimientos arqueológicos subacuáticos. Hasta la fecha se han registrado más de 400 yacimientos de todas las épocas, aunque los países que más misterios atesoran en sus aguas son Grecia y Egipto. Allí han surgido los restos de ciudades tragadas por el Mediterráneo hace miles de años que se encuentran prácticamente intactas gracias al efecto protector de la arena.

Las ciudades sumergidas de Abukir Alejandría, aquélla ciudad faraónica que tan mágicamente nos han descrito los textos antiguos, llena de exuberantes palacios y elegantes jardines, se hundió en el agua y el fango, víctima de su propio peso, al igual que otras legendarias ciudades que hace 2.500 años se alzaron en de la bahía de Abukir.
A finales del siglo VIII el Portus Magnus de Alejandría, incluyendo el Palacio de Cleopatra VII, y las ciudades de Heraclion y Canopo ya habían desaparecido, por lo que eran prácticamente un mito hasta que sus restos fueron redescubiertos por el arqueólogo francés Franck Goddio, al frente de un equipo del Instituto Europeo de Arqueología Submarina (IEASM).

A lo largo de 18 años, la tecnología más moderna ha permitido sacar a la luz piezas de arte que datan del siglo VII a.C. hasta el siglo VIII d.C. y abarcan desde los días de los últimos faraones hasta Alejandro Magno, del período de gobierno griego hasta la conquista romana y, luego, desde tiempos bizantinos hasta el comienzo de la época Islámica.

“Se trata de testimonios únicos de la historia egipcia que reflejan la importancia de estas tres ciudades que, en la antigüedad se contaban entre los más famosos centros de comercio, ciencia, cultura y religión”, ha explicado Franck Goddio en una entrevista con Efe.

Entre las piezas más valiosas destacan la estatua de una reina -Arsinoe II- de granito negro, de 150 cm de altura, del siglo III a.C y procedente de Canopo, la primera estatua en la que se mezcla el arte egipcio y el griego. A su vez, Frank Goddio destacó la importancia de las estelas del Faraón Nectabeo I que demuestran que las ciudades de Thonis y Heraclion eran la misma cosa: Thonis es el nombre en egipcio y Heraclion, en griego.

Hace poco más de un mes el equipo del IEASM encontró un templo dedicado al Dios Khonsu-Thot, el último vestigio descubierto en la ciudad de Heraclion.
“En su interior aparecieron interesantes indicios relacionados con una antigua ceremonia denominada “Los misterios de Osiris” que se celebraba entre los templos de Amón en Heraclion y Osiris en Canopus”, explicó en arqueólogo.

El simbolismo de “los misterios de Osiris” era tan poderoso que se convirtió en un objetivo vital para los antiguos egipcios, su equivalente la peregrinación a Jerusalén o a La Meca. Goddio piensa organizar una exposición en torno a esta ceremonia en octubre de 2015.
Pavlopetri, la ciudad sumergida más antigua

En 1967 el geólogo marino Nicolas Flemming del Instituto de Oceanografía de Southampton (Inglaterra) descubrió frente a la costa sur de Laconia en Grecia, las ruinas del yacimiento de Pavlopetri, la ciudad sumergida más antigua del mundo

Las investigaciones revelaron otros 9.000 metros cuadrados edificados y cerámicas que indican que el asentamiento estuvo habitado durante toda la Edad del Bronce (al menos desde el año 2800 al 1100 a. C.). Tal vez uno de los hitos más importantes fue la identificación de lo que pudo ser un megaron -un gran salón rectangular- de comienzos de ese época.

La ciudad fue abandonada alrededor del 1100 a.C y acabó siendo tragada por el mar después de haber sido asolada por tres terremotos. Sin embargo, aún es visible en el lecho marino la disposición urbanística del asentamiento, con sus calles principales, edificios de viviendas, patios, tumbas cavadas en la roca y edificios que parecen haber estado destinados al culto, explicó el arqueólogo.














Fuentes:
http://www.arrecifeshoy.com/hallazgos-en-el-mar-mediterraneo/
EFE

viernes, 13 de noviembre de 2015

Mansión Thornhaven

MEDIUM VEMOS A LOS MUERTOS 01

MEDIUM VEMOS A LOS MUERTOS 02

Documentales de Terror - Casas Endemoniadas Habitadas por Espiritus Mali...

Expediente X Fantasmas, Documentales fantasmas reales

MITOS PRIMORDIALES




"Había mitos que se relacionaban con ciertas leyendas oscuras sobre la existencia de un mundo pre-humano y, especialmente, con las de origen hindú, que hablan de espantosos abismos de tiempo y forman parte del saber de los actuales teósofos.
(...) [los mitos primordiales] coincidían en suponer que el género humano es tan sólo una quizá la más insignificante de las razas altamente evolucionadas que han gobernado los misteriosos destinos de nuestro planeta. Según esto, hubo seres de forma inconcebible que habían levantado torres hasta el cielo y ahondado en los secretos de la naturaleza, antes que el primer anfibio, remoto antepasado del hombre, saliese de las cálidas aguas de la mar, hace trescientos millones de años.
Algunos de aquellos seres habían bajado de las estrellas; otros eran tan viejos como el cosmos; otros se desarrollaron vertiginosamente de gérmenes de la tierra, tan alejados de los primeros orígenes de nuestro ciclo evolutivo, como éstos de nosotros mismos.
En tales mitos se hablaba de miles de millones de años y de misteriosas relaciones con otras galaxias y otros universos. En ellos, sin embargo, no existía el tiempo tal como lo concibe el hombre."


Fuentes:https://plus.google.com/u/0/+DamianPerezovnis/posts/3NKc7Gr2koT?pid=6216604608310767634&oid=101302814164584634627
Extracto del libro "The Shadow Out of Time" (1936), writer H. P. Lovecraft.