El mundo está lleno de colores increíbles y energías que no las podemos ver. (Steve Jurvetson/Creative Commons)
Los seres humanos con nuestros nómadas robots en planetas lejanos, nuestra avanzada tecnología nuclear, y nuestra comunicación global instantánea, a menudo asumen que nosotros mismos somos dueños de nuestro universo. Sin embargo, existe toda una dimensión oculta que nos rodea, que no solemos detectar. Vivimos en un mundo de fenómenos invisibles porque nuestros ojos sólo responden al espectro visible.
El mundo que nos rodea está compuesto de energía, pero no podemos tocarlo o verlo, en su lugar utilizamos la tecnología para detectar rangos de energía en el espectro invisible, como los campos electromagnéticos, rayos infrarrojos y luz ultravioleta. Sabemos que existe Internet inalámbrico porque nos conectamos a ello con nuestros dispositivos, pero no podemos verlo impregnados en nuestro entorno.
“Nenúfares y Reflexiones de un sauce”, pintura de Claude Monet. (Dominio Público)
En el siglo XVII, el físico y matemático Isaac Newton, experimentando con la óptica, primero usó la palabra espectro, en latín para aparición, para describir el efecto de un prisma esparciendo la luz solar dentro de un arco iris de colores. Él se dio cuenta de fenómenos que no podemos detectarlos con nuestros ojos.
A diferencia de muchos ojos de los animales y de los insectos, el típico ojo humano ve únicamente ciertas longitudes de onda de la luz del espectro electromagnético. Hay espectaculares variaciones de color que no podemos ver y que los animales lo detectan fácilmente. Por ejemplo, las abejas pueden detectar la luz ultravioleta, para identificar las flores. Lo que es más, el año pasado un estudio en la revista Ciencia reveló que las flores y abejas pueden comunicarse entre sí mediante bio-electromagnetismo. Del mismo modo, las aves y otros animales pueden detectar y utilizar los campos electromagnéticos de la Tierra para navegar y cazar.
Viendo lo invisible
Los animales son maestros en ver lo invisible, la detección de lo que no se puede, y lo usan como herramienta de supervivencia. Usando percepción magnética, muchas criaturas sienten campos magnéticos para determinar la dirección, altitud y ubicación, que luego son usadas para orientarse e incluso para emigrar. La percepción magnética es utilizada por aves, tortugas, zorros ¡e incluso bacterias!
En un estudio, los zorros rojos fueron observados al momento de cazar ratones saltando durante el ataque. Para sorpresa de los científicos, se encontró que los zorros se ayudaban del campo magnético de la Tierra. Viendo una clara preferencia, los zorros a menudo se abalanzaban sobre la presa en una cierta dirección magnética norte-este, y cuando venían de esa dirección, a menudo el éxito era mayor.
Tetrachromat Concetta Antico. (Atributo Común Crerativo, License 3.0)
Curiosamente, un estudio realizado por un equipo internacional de científicos descubrió que perros domesticados parecen defecar alineándose según los campos geomagnéticos.
También se ha demostrado que los animales migratorios, como los petirrojos, pueden ser afectados por el electromagnetismo artificial, el “ruido”, como se evidencia en un estudio publicado en la revista Nature. Los petirrojos europeos fueron capturados y obligados a volar fuera de una jaula en forma de embudo. Cuando fueron expuestos al ruido electromagnético por los científicos, las aves se desorientaron, volaron en muchas direcciones, y fueron en gran medida incapaces de escapar del embudo. Mientras estaban protegidos del ruido por una jaula Faraday (un metal, caja de blindaje conductor), sus brújulas internas comenzaron a trabajar de nuevo, y ellas fueron capaces de salir fácilmente del embudo.
Terror al ultravioleta
En lo que parece ser la percepción extra-sensorial para los seres humanos, renos y otros animales de manada migratoria, ellos tienden a mantenerse alejados de las líneas eléctricas que cruzan al paisaje. Los científicos dicen que ellos evitan a cables de alimentación eléctrica, probablemente debido a la habilidad de los animales para ver la luz ultravioleta. A pesar de que no es visible para los seres humanos, se sospecha que los animales ven las líneas de energía como a largas bandas aterradoras, al azar, intermitentes y de luz brillante. No es de extrañar que ¡se mantengan alejados! Sabiendo esto debería ayudar a los futuros planificadores el poder garantizar las migraciones para que no se vean obstaculizados o interrumpidos.
Percepción extrasensorial
Incluso algunos seres humanos son capaces de experimentar lo que a menudo nuestros sentidos nos protegen del resto de nosotros.
Ha sido informado, después que el pintor impresionista Claude Monet tuvo una cirugía de cataratas en sus ojos, en 1923, algunos piensan que fue capaz de detectar los colores en el espectro ultravioleta, y como resultado sus pinturas cambiaron ligeramente.
Se dice que después de la operación, sus pinturas de nenúfares poseen un matiz, su percepción visual azul del mundo tuvo un elenco azul ultravioleta hacia ello.
Concetta Antico es una artista australiana que posee un genotipo raro el cual hace de ella una tetra-crómata. Ella tiene un cuarto receptor en sus ojos que le permite que ver a más de 99 millones de colores que otras personas no lo pueden. Su apasionante arte y colorido demuestran su alcance visual y el mundo caleidoscópico del que ella disfruta.
Leyendo auras
Ciertamente hay quienes dicen ser capaces de ver o detectar energías humanas-proyectadas, también conocido como aura. Un concepto antiguo a menudo vinculado con espiritualidad, se cree que el aura del ser, es un campo de radiación luminosa alrededor de una persona. La idea del aura y aura de detección, es a menudo recibida con escepticismo, y se afirma que las personas pueden percibir auras debido a los efectos dentro de su propio cerebro, potencialmente derivado de la epilepsia, sinestesia, o migrañas.
Soporte para la detección del aura viene en forma de fotografía Kirlian. Esta es una técnica que capta imágenes de descargas eléctricas de un objeto. La destellante imaginación llamativa ilustra lo que muchos lo describen como aura.
Igual que la ciencia y el progreso tecnológico, nuestros ojos se abren a las muchas formas en que permanecemos ciegos a lo increíble, al mundo invisible que nos rodea.
El universo está lleno de misterios que desafían nuestro conocimiento actual. En “Más allá de la Ciencia” La Gran Época recoge historias sobre estos extraños fenómenos para estimular la imaginación y previamente abrirlos a inimaginables posibilidades. ¿Son verdad? Usted decide.
Fuente:http://www.lagranepoca.com/vida/6394-observando-lo-oculto-lo-que-nuestros-ojos-ven.html