EN CADA SER HUMANO PERVIVE UNA CIUDAD PERDIDA EN LO MÁS PROFUNDO DE SU CORAZÓN.
Suspiramos por esos parajes de leyendas que aún están grabados en nuestra memoria celular y ADN, es la utopía y la añoranza de aquello que nos pertenece, es el bardo que dejamos ir cuando pequeño, son los recuerdos que solo en sueño volvemos a visitar, pero están ahí, no se han ido, no se han marchitado.
Por millones de años, ha recorrido un rumor a lo largo y ancho del mundo, que en algún lugar del Tibet, entre las montañas nevadas y los valles del Himalaya se encuentra un paraíso hasta ahora virgen, en donde la paz y las leyes regentes del universo (amor) es indescriptible; se trata de un reino llamado “Shambhala”.
James Hilton escribió acerca de este lugar místico en 1933 en su libro “Lost Horizon (El Horizonte Perdido)”. Más tarde en 1960 Hollywood lanzó un filme titulado “Shangri-la” basado en el libro. Así mismo el autor James Redfield escribió “La Profecía Celestina” y “El Secreto de Shambhala: En Búsqueda de la Onceaba Revelación”. El misterio de Shambala es también considerado como una fuente del “Kalachakra”, el cual es la ramificación más grande de misticismo y esoterismo en Tibet.
La leyenda de Shambhala ha existido desde miles de años atrás; incluso podemos encontrar información de este Reinado en libros antiguos, tales como el mencionado Kalachakra y el Zhang Zhung, texto incluso más antiguo que el Buddhismo antes de entrar el Tibet.
La palabra Shambhala deriva de la palabra en Sánscrito, que significa “lugar de paz” o “lugar del silencio”, la capital de este lugar se llama “Kalapa” y es regido por los reyes de la dinastía Kulika o Kaliki. Es importante destacar que sólo los que son puros en amor, luz y paz, pueden entrar a este lugar, en donde el sufrimiento no es reconocido, sólo abunda la felicidad. A su vez, se dice que el amor y la virtud reinan, y que la injusticia nunca ocurrió.
La gente que vive ahí, tiene un gran avance en su profunda espiritualidad. Su cultura se basa en una ley, arte y sabiduría que son mucho más altos de lo que se puede tener idea por el mundo actual.
Muchos exploradores y aventureros, han tratado de encontrar este reino místico, que de acuerdo a ellos Shambhala está localizado en la región montañosa de Eurasia, resguardada del mundo exterior. La base de creencias de los Sebahagianos consideran hoy por hoy que Shambhala es un mundo verdadero y que existe.
De acuerdo con el Zhang Zhung (texto antiguo), Shambhala es idéntico al Valle Sutlej en Himachal, Pradesh. Mientras que en la nación de Mongolia es identificado con ciertos valles del Sur de Siberia.
La información que se tiene acerca de este reino data que hubo aportaciones a su vez, de la civilización occidental por parte del católico, clérigo y portugués Estevao Cacella, quien escuchó historias sobre este gran lugar. Después en 1833, un escolar húngaro llamado Sandor Corrosion Csoma incluso dio coordenadas para encontrar el reino de Shambhala, quien sostiene que se encuentra entre 45’ y 50’ Norte de latitud.
Según datan los escritos de Alexandra David Neel, quien pasó la mayor parte de su vida en el Tibet, Shambhala no era conocida sólo en el Tibet, sino también en el lejano Norte de Afganistán, en una pequeña pero muy antigua ciudad llamada Balkh. Conocida también por el nombre de “la madre de las ciudades”, es una leyenda del hoy moderno estado de Afghan el cual después de haber sido conquistado por los musulmanes es conocido como “encerado” o en persa “Sham-i-Bala”; no se sabe con exactitud si esto esté relacionado completamente con el misterio de Shambhala o no, pero si alude al nombre.
La leyenda de Shambhala después atrajo la atención del seguidor esotérico y teosófico llamado Nicholas Roeich (1874-1947), quien dejándose llevar por su curiosidad exploró el Desierto de Gobi hasta las montañas de Altai desde 1923 hasta 1928. Este viaje llevó 15 500 piedras y cruces de los 35 picos de montaña más altos del mundo, el cual a pesar de todo su esfuerzo no consiguió encontrar el reino oculto.
Incluso los nazis quienes estuvieron intensamente relacionados con el mundo esotérico, de quienes hoy se conocen su lado ocultista, hay evidencias de que trabajaban con tecnologías no-terrestres, mandaron una expedición a Shambhala en los años 1930, 1934 y 1938, de cualquier forma en ninguna de estas búsquedas lograron encontrar algo.
Edwin Brenbaum escribió en su libro “El camino de Shambhala”: “Mientras los exploradores se acercaban al reino, su travesía se convertía conforme avanzaban más intensa y difícil de ver. Uno de los monjes tibetanos escribió que la intención de este evento era resguardar Shambhala de los bárbaros quienes intentaban conquistarlo”.
Lo que fue escrito por Bernbaum está asociado con el pronóstico de Shambhala. De acuerdo a la profecía, la humanidad experimentará la degradación ideológica en la Tierra; el materialismo se esparcirá por todo el planeta, y cuando los bárbaros se unan en comandos y fuerzas de un rey malvado, la niebla que cubre las montañas de Shambhala se esparcirán, y intentarán atacar la ciudad con armas fuertes.
La leyenda dice que el rey de Shambhala llamado Rudra Cakrin, de 25 años, encaminará sus tropas para combatir a las fuerzas barbáicas, en donde la paz es restayrada y las tropas enemigas destruidas con éxito.
Algunos doctos tales como Alex Berzin, usan cálculos del Kalachakra Tantra, y creen que estos eventos ocurrirán en el año 2424 DC.
Como la cultura se mueve en todas direcciones en la actualidad, con la globalización y la modernización, el mito de Shambhala recorre y surge del centro más místico de todos los tiempos. El anelo por el Kedamaianlah, el cual ha causado que la raza humana intente encontrar este reino utópico, quizás nunca se encuentre Shambhala, pero también quizás no tengamos que buscar muy lejos este paraíso.
El escritor Enrique Barrios menciona este lugar en su libro “Ami 3”; ciudad intraterrena, construida antes de que se iniciara vida en el planeta, en la cual se desarrolla un arduo trabajo para la evolución espiritual de la humanidad para el planeta en el que vivimos, las galaxias vecinas y todo el universo. Esta ciudad según relata es la razón de la existencia de la humanidad, nuestros “padres” ayudando a nuestra evolución como especie.
Una antigua historia del Tibet cuenta que un día había un joven preparándose para la búsqueda de Shambhala. Después de explorar muchas montañas, el encontró una cueva. Dentro de ella había un viejo hermitaño quien preguntó al joven: “¿Cuál es la razón por la que vienes a buscar con tanta intensidad por dentro de la nieve y montañas?”
“Para encontrar Shambhala señor,” respondió.
“Ah, tu no tienes por que venir tan lejos.” Aclaró el hermitaño, “He aquí el reino de Shambhala está en tu propio corazón.”
Fuente:http://rolypolanco.blogspot.com.es/2015/06/shambhala-el-reino-oculto.html